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Los Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS) y sus hitos en la gestión del agua

21/06/2019

Los Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS) y sus hitos en la gestión del agua



Autor: Agencia Catalana del Agua

Blog: aigua.blog.gencat.cat

 

Antecedentes

 
En septiembre de 2015, las Naciones Unidas (ONU) aprobaron formalmente los Objetivos para el Desarrollo Sostenible (ODS), un total de 17 ejes para mejorar la salud y el bienestar de las personas, aplicando medidas y actuaciones siguiendo criterios de sostenibilidad y respeto al medio ambiente. 
 
Estos objetivos están recogidos dentro de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, con el propósito de reducir la pobreza extrema que vive una parte importante de la población mundial mediante 169 metas que se deben alcanzar en el horizonte de 2030.
 

 

El objetivo número 6: la gestión del agua

 
Este eje de la Agenda 2030 se focaliza a garantizar el abastecimiento equitativo de agua a toda la población, en cantidad y calidad, y hacer posible también que los motivos económicos no impidan a las personas quedarse desprovistos de este servicio. Hay que tener en cuenta que actualmente hay 663 millones de personas (un 10% de la población mundial) que no tiene un acceso adecuado al agua potable.
 
También ahora y hasta 2030 se llevarán a cabo medidas para mejorar la calidad del agua reduciendo la contaminación, los vertidos y la reducción de la descarga de materiales y productos químicos peligrosos. Sólo un 20% del agua residual producida a escala mundial tiene un tratamiento adecuado.
 
El buen estado de los ecosistemas hídricos es vital para garantizar la disponibilidad de agua. Sin embargo, el 60% de los ecosistemas mundiales están degradados o utilizados de manera no sostenible.
 

 

El incremento de la disponibilidad de agua en Cataluña

 
En los últimos 10 años, se ha hecho un gran esfuerzo en Cataluña para incrementar la garantía en el suministro de agua. Fruto de la apuesta por la desalinización (70 hm3), la recuperación de captaciones subterráneas en desuso (37 hm3) y la mejora en los tratamientos de potabilización en el entorno metropolitano de Barcelona (15 hm3), se ha incrementado en un 30% la garantía en el suministro, con 122 hm3 de nueva agua.
 
 
 
 
Estas medidas han redundado, principalmente, en las zonas más pobladas de Cataluña. Un segundo estadio de estas actuaciones se ha centrado en aportar ayudas a los entes locales para incrementar y mejorar la garantía en el suministro. Entre 2016 y 2018 se han destinado 40 millones de euros en tres líneas de ayudas para incrementar la disponibilidad de agua en municipios con captaciones vulnerables. Adicionalmente, se han destinado 5 millones de euros en ayudas para grandes redes de abastecimiento supramunicipal.
 
Está previsto que, próximamente, la Agencia Catalana del Agua (ACA) convoque una nueva línea de ayudas para la mejora del suministro de agua a los entes locales.
 

 

El buen estado del medio hídrico

 
Garantizar el buen estado de nuestras masas de agua y la correcta depuración de las aguas residuales es uno de los otros temas que determina el sexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). 
 
Actualmente, en Cataluña hay 518 depuradoras en servicio que garantizan el saneamiento del 97,1% de la población catalana. Para resolver el saneamiento pendiente, hay que llevar a cabo cerca de 1.000 actuaciones de saneamiento con una inversión cercana a los 1.000 millones de euros. Es lo que se conoce como la paradoja del 1.000 / 1.000.
 
 
 
 
Las medidas pendientes, por tanto, se focalizan en actuaciones en municipios y pequeños núcleos de menos de 2.000 habitantes, donde todavía no se dispone de sistemas de saneamiento habilidades, o bien para llevar a cabo mejoras en depuradoras activas y que requieren modernizar sus instalaciones nes.
 

 

Afrontar la emergencia climática

 
El sexto de los Objetivos de Desarrollo Sostenible también insta a que las naciones realicen actuaciones y medidas para mitigar y adaptarse al cambio climático. Cataluña siempre ha estado condicionada por un clima mediterráneo, que alterna largos periodos de falta de lluvias (estiaje) con episodios de lluvias intensas y de corta duración. Esto ha hecho que en los últimos 40 años se hayan vivido 8 periodos de sequía importantes.
 
 
 
 
Esta alternancia del tiempo en nuestra casa se verá agravada con el impacto cada vez más evidente del cambio climático, que favorecerá una distribución más irregular las lluvias, unos periodos de sequía más largos y una mayor virulencia de los fenómenos meteorológicos extremos.
 
Ante este contexto, la Generalidad de Cataluña, mediante la Agencia Catalana del Agua, ha desarrollado en los últimos años diversas actuaciones y medidas encaminadas a desplegar fuentes de abastecimiento de agua no convencionales, como la desalinización y la reutilización.
 
La primera de estas tecnologías ha sido vital en el período comprendido entre 2016 y principios de 2018, aportando más de 100 hm3 de agua en el sistema Ter Llobregat cuando los embalses estaban alrededor del 43% de su capacidad. Esta aportación de agua desalinizada permitió optimizar al máximo las reservas naturales (acuíferos y embalses) y retrasar en el tiempo la entrada en una situación de sequía que habría comportado medidas más restrictivas.
 
 
 
 
En cuanto a la reutilización, este recurso ya aporta anualmente más de 32 hm3 de agua regenerada para usos que no requieren el uso de agua de boca, principalmente los sectores agrícola e industrial. También esta medida se contempla para períodos de sequía, con el objetivo de incrementar la disponibilidad de agua. En caso de que los embalses del sistema Ter Llobregat se sitúen por debajo del 25%, se prevé la aportación del agua regenerada en el tramo final del río Llobregat, para incrementar la disponibilidad de agua.
 
 
 
 
Hay que tener en cuenta que en situaciones de sequía, existe la posibilidad de que el 60% de la demanda en el área de Barcelona se pueda satisfacer con recursos no convencionales como la desalinización, la aportación de agua subterránea con pozos de emergencia y el incremento del agua regenerada. Esto provoca que una zona que, históricamente, ha sido deficitaria en la disponibilidad de agua, obtenga una cierta autosuficiencia, sin depender únicamente de fuentes de abastecimiento lejanas.
 

 

El correcto funcionamiento de los ecosistemas hídricos

 
Esta autosuficiencia del área de Barcelona en la gestión de los recursos coincide con las medidas consensuadas verano de 2017 mediante la Tabla del Ter. Este espacio de participación permitió acordar y fijar una serie de medidas encaminadas a reducir la derivación de agua del río Ter hacia Barcelona y favorecer así una serie de mejoras en este ecosistema.
 
Sin calidad no cantidad. En el actual escenario de la planificación hidrológica (2016-2021), se prevé que la mejora de nuestras masas de agua se incremente en 9 puntos, pasando del 36 al 45% de masas de agua en buen estado.
 
 
 
 
También en el actual ciclo de planificación se está desplegando la implantación obligatoria de caudales ecológicos en los ríos de las cuencas internas. Desde 2018 que se aplica esta obligatoriedad en el 80% de los ríos y, a partir de 2020 (mes de junio), se desplegará en el 20% restante.
 

 

La participación, clave

 
Dentro del sexto Objetivo de Desarrollo Sostenible también se hace hincapié en la necesidad de debatir de manera abierta y transparente sobre las alternativas para garantizar el abastecimiento, el saneamiento y el buen estado del medio hídrico en Cataluña. 
 
Hay que tener en cuenta que para desarrollar las actuaciones y medidas previstas en la planificación hidrológica, cada seis años se desarrolla un proceso participativo para ámbitos con el objetivo de analizar soluciones y medidas, con el propósito de incorporarlas a la planificación hidrológica.

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