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Adecuación del agua al proceso productivo de una industria de productos de limpieza nacional

02/06/2021

Adecuación del agua al proceso productivo de una industria de productos de limpieza nacional




Antecedentes

 
Una marca nacional de referencia en productos de limpieza ha confiado en J. Huesa para la adecuación de las aguas de proceso a su proceso productivo tras la ampliación de la capacidad de producción de su centro fabril ubicado en Andalucía.
 
En esta ocasión, el cliente precisaba obtener agua exenta de salinidad y contaminación orgánica para incluirla en su proceso productivo. Teniendo en cuenta los objetivos marcados por el cliente y los objetivos generales del proyecto, se ha llevado a cabo el estudio, diseño, fabricación a medida, instalación y puesta en marcha de una planta de tratamiento de agua de acuerdo con el siguiente tren de tratamiento:
 


Pretratamiento

 
La instalación se ha diseñado teniendo en cuenta los siguientes parámetros:
 
 

 
 
El agua bruta procede de un tanque de almacenamiento de agua descalcificada, de forma que la dureza del agua a la entrada de la ósmosis será mínima o nula. El agua es aspirada por un grupo de presión que hace pasar el agua por un equipo declorador previo a su paso por la ósmosis inversa.
 
Concretamente se ha instalado un filtro de carbón activo que filtra y elimina el cloro presente en el agua de la línea, puesto que el cloro tiene que ser nulo para garantizar el correcto funcionamiento de las membranas de ósmosis inversa y evitar su deterioro. Este filtro está equipado con una válvula automática cronométrica que realiza las limpiezas automáticas del filtro.
 
 
 
 

Ósmosis inversa

 
Al agua filtrada que se destina a la alimentación de la planta de ósmosis inversa, se le dosifica biocida.
 
De esta manera se elimina la posible contaminación orgánica que se pueda originar en el interior de las membranas y, además, como el biocida es capaz de permear la membrana, parte de este saldrá por el permeado y se desplazará con el agua hasta el tanque de almacenamiento, previniendo también la posible contaminación orgánica en el interior del tanque de almacenamiento.
 
Esta dosificación tiene lugar un par de veces al día, tal y como se ha programado por el autómata de la planta.
 
 
 
 
El agua pretratada pasa al módulo de osmosis inversa, donde en primer lugar se filtra a través de cartuchos de 5 micras de tamaño de poro, que nos retendrán posibles escapes de partículas, sólidos en suspensión, etcétera.
 
El filtro de seguridad consta de cartuchos recambiables de 5 micras, cuyo control se realiza mediante diferencia de presión controlada por dos manómetros colocados a la entrada y salida de este. La frecuencia de recambio de los cartuchos dependerá del contenido en coloides del agua.
 
Para garantizar el paso del agua a través de las membranas de ósmosis inversa se ha instalado una bomba centrífuga vertical de alta presión en acero inoxidable 316 que garantiza la presión de operación de la planta.
 
Las membranas, que están montadas en carcasas de presión fabricadas en PRFV bobinado, son de configuración en espiral, construidas en poliamida y especial para aguas salobres de hasta 8000 ppm y con la característica de trabajar a baja presión. Estas membranas tienen una gran resistencia química, pues pueden trabajar en un rango de pH de 2 a 13, lo que les confiere una gran facilidad de lavado y recuperación, al admitir gran variedad de productos químicos de lavado.
 
Puesto que todas las instalaciones ósmosis con el tiempo sufren un ensuciamiento, se ha incluido en el skid de ósmosis inversa un sistema de limpieza de membranas o flushing constituido por un depósito de preparación de reactivos, bomba de recirculación en inoxidable y válvulas de aislamiento y de recirculación en inoxidable.
 
La planta de tratamiento de aguas está equipada con numerosa instrumentación (válvulas automáticas, presostatos y transmisores de presión entre otros) que se centralizan en un cuadro eléctrico ubicado en el propio “skid”. Los caudales de agua tratada, recirculación y rechazo son medidos en continuo mediante rotámetros, que nos permiten visualmente en todo momento saber con qué caudales está trabajando el equipo.

 
 

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