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Antofagasta en Chile, se posiciona como unas de las ciudades con mayor seguridad hídrica del continente americano


12/05/2025

Internacional
Antofagasta en Chile, se posiciona como unas de las ciudades con mayor seguridad hídrica del continente americano

 

  • Recientemente, Antofagasta se alzó con la distinción de ser la primera urbe de Latinoamérica de más de 500 mil habitantes en ser abastecida en su totalidad con agua de mar desalinizada
  • Ahora, con la asignación de un nuevo proyecto para reúso de aguas de residuales, la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua, ALADYR, la considera un modelo a seguir
 
Con una inversión cercana a los 292 millones de dólares, Antofagasta ha iniciado el camino hacia la construcción de una de las plantas de tratamiento y reúso de aguas residuales más ambiciosas del norte de Chile.
 
El proyecto será desarrollado por Sacyr Agua y su puesta en marcha está prevista para el año 2028. Esta obra se inscribe dentro de una estrategia más amplia para fortalecer la seguridad hídrica de la ciudad mediante la diversificación de sus fuentes de agua, sumando el reúso al ya consolidado sistema de desalación. Se trata de una iniciativa pionera en la región en cuanto a la gestión circular del recurso hídrico, que refuerza el modelo de sostenibilidad urbana de esta ciudad enclavada en el desierto más árido del mundo.
 
Desde la Asociación Latinoamericana de Desalación y Reúso de Agua (ALADYR), se ha saludado con entusiasmo el anuncio de esta obra y destaca su valor estratégico tanto para Chile, como para toda América Latina. “Lo que hoy vemos en Antofagasta es mucho más que una infraestructura hídrica. Es una decisión política, técnica y social que posiciona a la ciudad como un referente de resiliencia ante la escasez estructural de agua que afecta a gran parte de América Latina”, señaló Jerry Ross, presidente de ALADYR. “Con cada gota que se recupera y se reutiliza, se está dando un paso firme hacia la sustentabilidad y hacia un modelo replicable para otros territorios en riesgo.”
 
En un escenario donde más de 166 millones de personas en América Latina y el Caribe viven en áreas con estrés hídrico —según datos del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) y el Banco Mundial—, el caso de Antofagasta resulta paradigmático. Una ciudad ubicada en pleno desierto de Atacama, sin fuentes superficiales permanentes, ha logrado consolidar un sistema de abastecimiento basado en la desalación de agua de mar, con tecnología avanzada y altos estándares de eficiencia energética. Ahora, con la incorporación del reúso de aguas residuales tratadas, para ALADYR se afianza como una de las urbes con mayor seguridad hídrica del continente.
 
“La integración del reúso al sistema hídrico de Antofagasta marca un punto de inflexión en la transición hacia una verdadera economía circular del agua. En una región históricamente afectada por la irregularidad de las lluvias y la dependencia de fuentes vulnerables, esta planta garantizará una nueva fuente alternativa, confiable y resiliente”, agregó Ross. "Los beneficios no se limitan al abastecimiento urbano: también representan un respiro para las cuencas sobreexplotadas y una oportunidad de desarrollo para sectores industriales y agrícolas que requieren seguridad hídrica para sostener su actividad".
 

La nueva planta de tratamiento

 
El proyecto contempla la construcción de una nueva planta de tratamiento en el sector del Salar del Carmen, que se integrará al sistema existente operado también por Sacyr Agua. Esta nueva infraestructura tendrá una capacidad final de procesamiento de 900 litros por segundo y recibirá aguas residuales pretratadas desde la actual planta de Antofagasta. A diferencia del sistema ya operativo, que suministra agua tratada, ultrapura e industrial, el foco de la nueva planta estará en la producción de agua reutilizable específicamente destinada a actividades mineras.
 
La escasez hídrica es uno de los principales desafíos que enfrenta la región. Según ONU Agua, más de 22 millones de personas en América Latina carecen de acceso a servicios de agua gestionados de forma segura, y se estima que más de 100 ciudades están en riesgo alto de sufrir crisis de abastecimiento en los próximos años, si no se implementan soluciones innovadoras y sostenibles. El riesgo no se distribuye de forma homogénea, y las ciudades ubicadas en zonas áridas o semiáridas, como muchas del norte chileno, del noreste brasileño o del altiplano andino, requieren intervenciones urgentes, sostenidas y basadas en evidencia científica y técnica.
 
ALADYR expresó su aspiración de que el modelo de gestión de Antofagasta sea replicado en otras ciudades latinoamericanas con condiciones similares. “Estamos convencidos de que las soluciones existen. Lo que falta es voluntad para implementarlas. El ejemplo de Antofagasta demuestra que, incluso en territorios marcados por la aridez extrema, se puede alcanzar la seguridad hídrica si se apuesta por la tecnología, la planificación y la cooperación público-privada”, concluyó Ross.
 
La Asociación reiteró su disposición a acompañar procesos similares en toda la región con asistencia técnica. En palabras de Ross: “El agua es un derecho, pero también un recurso que debe ser gestionado con inteligencia, responsabilidad y visión de futuro. Celebramos lo que ocurre en Antofagasta porque demuestra que, con determinación, es posible revertir tendencias históricas de escasez y transformar desafíos en oportunidades”.
 

Fuente aladyr.net


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