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Auditorías en depuradoras de aguas residuales industriales (EDARi)


01/02/2021

Depuración industrial
Auditorías en depuradoras de aguas residuales industriales (EDARi)

 

  • D&R, más de 25 años en Depuración y Reutilización de aguas residuales
 
En muchas instalaciones de depuración, con el paso de los años, surge la necesidad de ampliación, mejora o modificación; esto sucede de forma habitual en el entorno industrial, en el que los caudales del influente a tratar tienden a aumentar y las características de las aguas pueden variar debido a cambios en la producción.
 
Pero no sólo las depuradoras antiguas tienen estas necesidades de mejora; en ocasiones, incluso instalaciones recién estrenadas son incapaces de cumplir con los límites de vertido establecidos. Estas situaciones se deben, principalmente, a un planteamiento inicial erróneo (obviando parámetros importantes a tener en cuenta), un error en el proceso de depuración planteado o, incluso, un déficit o superávit en el dimensionamiento de la planta.
 

Auditoría de la planta

 
En todos estos casos, y antes de decidir llevar a cabo una ampliación o reforma de la estación de depuración, es muy recomendable realizar una “Auditoría de la Depuradora” por parte de personal independiente de las ingenierías que han realizado la instalación y/o que presupuestarán la posible ampliación, como es el caso de Depuración y Reutilización, S.L.
 
 
 
 

Desde D&R llevamos a cabo estas auditorías basándonos en cuatro líneas fundamentales:
 
 
1. Determinación de las aguas de entrada: como base de partida es importante caracterizar el vertido de forma detallada, a través de los datos aportados por el cliente y con la ampliación de los mismos, con estudios concretos.
 
Para ello, será necesario analizar la estacionalidad de la producción y la variación de los vertidos en relación a esta, tanto en caudales como en parámetros contaminantes: carga orgánica (DQO y DBO5), nutrientes, sustancias oxidantes, toxicidad, metales pesados…
 
Del mismo modo, hay que tener en cuenta las previsiones de la fábrica a corto/medio plazo, con el fin de que el estudio pueda garantizar que la instalación esté capacitada para cubrir las necesidades futuras. Es recomendable que este tipo de estudios se realicen por personal especializado en depuración de aguas residuales industriales, los cuales aportarán la experiencia de vertidos de industrias similares.
 

2. Necesidades del vertido final: para poder determinar las necesidades reales de la planta de depuración, es necesario conocer cuáles serán los límites de vertido a cumplir.
 
Es posible que desde el planteamiento inicial de la depuradora hayan surgido variaciones sobre el mismo: variación del medio receptor (alcantarillado, cauce público o mar), modificación de normativa, variación de la autorización de vertido por aumento de caudales, variación de controles para la administración,…
 
Del mismo modo, y ante las exigencias crecientes de la calidad del vertido en muchas zonas, en ocasiones es razonable estudiar dar un paso más allá en la calidad del vertido, con el fin de reutilizar el agua tratada, de modo que pueda ser destinada a diversos fines, según el R.D. 1620/2007, por el que se establece el régimen jurídico de la reutilización de las aguas depuradas: agua de proceso, agua de refrigeración, agua para limpiezas, agua para riego.
    
 
3. Instalaciones actuales de depuración: una vez obtenidos los datos de las aguas de entrada a la depuradora y conociendo los límites de vertido exigidos, se determinan las instalaciones necesarias para obtener de forma estable los parámetros de vertido.
 
Se estudian las instalaciones existentes en la depuradora y se comprueba el correcto diseño para las cargas y caudales que llegan hasta ellas actualmente sin olvidar las previsiones futuras, rendimiento de las mismas, las necesidades reales de ampliación (si fuera el caso) o las posibilidades de modificación de la configuración de la planta, con el fin de obtener mayores rendimientos en la depuración de las aguas.
 
En muchas ocasiones, pequeñas modificaciones en las depuradoras, con inversiones de bajo coste, pueden conseguir que el rendimiento de la misma aumente considerablemente, consiguiendo valores de vertido que cumplan con los límites marcados por la normativa de aplicación en cada caso.
 
 
4 .Operación, Seguimiento y control: un aspecto fundamental a tener en cuenta, y que en muchas ocasiones no se le da la importancia que tiene, es la operación diaria de la planta de depuración, así como el seguimiento y control que se hace de la misma.
 
Es necesario analizar el trabajo que los operarios responsables de la planta llevan a cabo y los controles de la misma en cada una de las fases del proceso de depuración, tanto de forma visual como analítica, pero también es muy importante contar con personal suficientemente formado y preparado para poder interpretar los resultados obtenidos en estos controles.
 
Actualmente, en gran cantidad de instalaciones industriales, los operarios tienen una elevada carga de trabajo, incluyendo el control de la depuradora entre otras muchas labores a las que hacer frente en su jornada laboral y, en la mayoría de ocasiones, no se cuenta con personal con formación específica en depuración de aguas residuales. En estos casos, es muy recomendable contar con una empresa especializada, como es el caso de D&R, para un seguimiento constante y asesoramiento en el día a día de la planta, ya que una correcta operación de la misma, acompañada de la toma de decisiones por parte de técnicos experimentados, puede suponer una mejora considerable en el funcionamiento de la depuradora, evitando de esta forma una ampliación o modificación de la instalación.
 
La gran importancia que tiene este factor en el buen funcionamiento de la depuradora está respaldada por los resultados obtenidos en la gran mayoría de clientes con los que D&R colabora actualmente, y en los que se ha conseguido una mejora del tratamiento sin inversiones en nuevas instalaciones, basándose simplemente en la asistencia continuada de técnicos especializados.
 

Una vez llevado a cabo este proceso de auditoría de una instalación de depuración, y tomando las decisiones oportunas según los resultados obtenidos, es posible llegar más allá con el fin de conseguir una reducción de los costes de explotación a través de un trabajo detallado en la propia planta.
 
 
 

Fuente d-r.es


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