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Gestión Estratégica de Aguas Pluviales: Cuatro pasos hacia un enfoque más resiliente y eficiente


17/09/2025

Formación
Gestión Estratégica de Aguas Pluviales: Cuatro pasos hacia un enfoque más resiliente y eficiente

 

  • Artículo original de Municipal Sewer & Water Magazine Waterxpert
 
La creciente frecuencia e intensidad de las tormentas e inundaciones exige una mayor atención a la infraestructura hídrica. Como resultado, los municipios deben replantear su enfoque sobre la gestión del agua de lluvia para asegurar que reciba la prioridad estratégica necesaria, protegiendo tanto el recurso hídrico como a las comunidades.
 
La creciente frecuencia e intensidad de las tormentas e inundaciones exige una mayor atención a la infraestructura hídrica. Como resultado, los municipios deben replantear su enfoque sobre la gestión del agua de lluvia para asegurar que reciba la prioridad estratégica necesaria, protegiendo tanto el recurso hídrico como a las comunidades.
 
Históricamente, el escurrimiento pluvial se ha considerado una amenaza ambiental. El objetivo principal era evacuar el agua de las zonas urbanas y desarrolladas de la forma más rápida y eficiente posible, generalmente mediante la instalación de tuberías y desagües subterráneos.
 
Afortunadamente, la gestión pluvial ha evolucionado significativamente a lo largo de los años. Hoy se comprende mejor que, si bien ese enfoque puede ser eficaz a corto plazo, también genera consecuencias no deseadas, como la contaminación del agua, la erosión y la degradación de los ecosistemas naturales.
 
Dado que las tormentas actuales generan volúmenes de escorrentía cada vez mayores, es momento de que la gestión pluvial vuelva a evolucionar. Los municipios necesitan adoptar un enfoque más estratégico, que no solo permita que la infraestructura responda a los desafíos del cambio climático y los eventos extremos, sino que también reconozca al agua de lluvia como un recurso valioso.
 
Para lograrlo, los municipios pueden dar cuatro pasos clave que les permitirán modernizar su enfoque y proteger mejor a sus comunidades.
 

1. Diseño de sistemas basados en patrones de precipitación actuales y futuros
 
Las normas y criterios de diseño pluvial vigentes en muchos municipios aún se basan en series históricas desactualizadas. En la práctica, esto implica que las curvas Intensidad-Duración-Frecuencia (IDF), incluyendo eventos de período de retorno de 100 años, ya no representan adecuadamente los escenarios actuales ni los proyectados.
 
Estudios recientes, como los realizados por la Universidad de Wisconsin–Madison y Carnegie Mellon University, demuestran que las infraestructuras diseñadas con criterios obsoletos son insuficientes ante eventos extremos actuales. En respuesta, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA) está actualizando sus estándares a través del proyecto Atlas 15, que se convertirá en el nuevo referente oficial para el dimensionamiento de infraestructuras hidráulicas en EE.UU.
 
Aunque su publicación está prevista para 2026, es imperativo que los proyectos diseñados hoy integren márgenes de resiliencia frente al cambio climático, anticipando eventos de mayor intensidad y duración.
 

2. Revalorización del agua de lluvia como recurso
 
A medida que las comunidades enfrentan mayores volúmenes de escorrentía pluvial y/o situaciones de escasez hídrica, se vuelve cada vez más necesario considerar al agua de lluvia como un recurso valioso que puede ser captado y reutilizado.
 
El aprovechamiento de aguas pluviales no debe limitarse a la recolección de agua de techos, sino también incorporar áreas impermeables como estacionamientos o calles mediante sistemas de captación y tratamiento adecuados.
 
Estas aguas pueden destinarse a usos no potables (riego, limpieza, sanitarios), aliviando la demanda sobre fuentes de agua potable. Asimismo, en ciertas regiones, su infiltración controlada permite la recarga de acuíferos, contribuyendo a la sostenibilidad del recurso subterráneo.
 
La implementación de sistemas de retención e infiltración (p. ej., trincheras drenantes, zanjas de infiltración, lechos permeables) permite replicar los procesos hidrológicos naturales, mitigando la escorrentía superficial y favoreciendo el ciclo hidrológico urbano.
 
 

3. Incremento de la capacidad de almacenamiento en sistemas de retención y detención
 
Una medida clave frente al aumento del volumen de escorrentía es la ampliación de la capacidad de almacenamiento temporal. El sobredimensionamiento de estructuras de detención permite atenuar caudales pico y reducir riesgos de inundación.
 
Esto puede incluir:
 
  • Instalación de cámaras de retención subterráneas de gran volumen.
     
  • Aumento del diámetro de colectores pluviales.
     
  • Incorporación de sumideros en mayor cantidad o con mayor capacidad de captación.
     
  • Uso de estructuras modulares prefabricadas en zonas urbanas de alta densidad.

Además, la integración de soluciones basadas en la naturaleza, como jardines de lluvia, techos verdes o biotecnologías, puede complementar el sistema, siempre que se considere su capacidad limitada ante eventos de alta intensidad. Su implementación debe diseñarse como parte de un sistema híbrido, que combine infraestructura verde y gris para maximizar su eficacia.
 
 

4. Intervención temprana de proveedores especializados en gestión pluvial

Una estrategia eficaz requiere la participación de expertos en gestión pluvial desde las primeras etapas del diseño del proyecto. Los proveedores especializados pueden colaborar en la evaluación integral del sitio: normativa vigente, características topográficas, composición del suelo, carga contaminante, caudales de diseño y regímenes de precipitación.
 
Esta visión holística permite identificar alternativas viables, optimizar costos, evitar rediseños tardíos y adoptar tecnologías innovadoras disponibles.
 
Algunos proveedores cuentan con laboratorios hidráulicos avanzados que simulan condiciones reales de escorrentía, permitiendo testear configuraciones bajo distintas variables (caudal, pendiente, volumen de lluvia), analizar escenarios “¿Qué pasaría si...?” y optimizar soluciones antes de su implementación en campo.
 

Conclusión
 
El incremento sostenido de lluvias intensas está sobrecargando los sistemas naturales y urbanos, generando impactos significativos en la seguridad hídrica y ambiental. Adoptar un enfoque proactivo y estratégico permite a los municipios fortalecer su resiliencia, proteger a las comunidades y conservar el agua como recurso fundamental.
 

Fuente waterxpert.com


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