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¿Seguiría teniendo agua en el grifo la última persona sobre la tierra?


26/10/2018

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¿Seguiría teniendo agua en el grifo la última persona sobre la tierra?

 

Si un día te levantases, como otro cualquiera, y por una extraña y desconocida razón, hubieran desaparecido todos los habitantes del planeta menos tú, ¿seguiría saliendo agua del grifo? Y si lo hiciera… ¿durante cuánto tiempo?

 
Esta es más o menos la duda que nos surgió hace poco al ver un capítulo de la famosa y reconocida serie “Black Mirror”. No os preocupéis, que este artículo está libre de spoilers.
 
En el capítulo 5 de la cuarta temporada, llamado “Metalhead”, la protagonista se encuentra en un escenario postapocalíptico en el que parece que pocas personas han conseguido sobrevivir. Se encuentra huyendo cuando llega a una casa en el campo. Consigue entrar, va hacia el baño, abre el grifo y voila, agua corriente y con buena presión.
 
Y entonces cabe preguntarse ¿si no hay nadie trabajando para que el agua se potabilice y distribuya, sería posible que hubiera agua corriente? ¿Es una licencia artística o podría tener una base? Seguramente los guionistas ni se lo plantearon, pero nosotros si lo vamos a hacer.
 
En este caso, al ser una casa en el campo, podría tener un aljibe de agua y una bomba alimentada por placas fotovoltaicas. No se dan demasiados detalles, así que es una posibilidad.
 
En otra conocida película, Soy leyenda (I am legend), protagonizada por Will Smith, se da una situación parecida. Tras una epidemia que afecta a toda la población, el virólogo y Teniente Coronel Robert Neville (Will Smith) resulta ser el único inmune. Se encuentra solo en Nueva York intentando defenderse de los mutantes que ha creado el virus (no confundir con zombis).
 
En la película han pasado tres años del suceso. Robert se pasa los días recolectando suministros y víveres por la ciudad en compañía de su perra Samanta (una Pastor Alemán)  y buscando una cura para el virus que ha causado todo.
 
En un momento dado, hay una escena donde el Doctor esta enjabonando a su perra en una bañera y la aclara usando agua del grifo.
 
 
 
 
Antes de esa escena se puede ver que Robert ha dotado la casa de todo tipo de infraestructuras,  incluida electricidad, por lo que podría tener un abastecimiento propio de agua potable, no se especifica en ningún momento.
 

¿Pero qué pasaría si esto nos ocurriera a nosotros en nuestra ciudad?

 
¿Qué pasaría si esta noche, a las 4:00 de la mañana, desapareciera todo el mundo menos una persona? Cuándo ese único superviviente se levante ¿seguirá habiendo agua en los grifos? ¿Durante cuánto tiempo?
 
Las plantas potabilizadoras, que tratan el agua y la introducen a presión en la red de abastecimiento, están bastante automatizadas. Los trabajadores supervisan el funcionamiento y ajustan cuando es necesario distintos parámetros en función de factores como la calidad del agua de entrada o el consumo de agua de la red.
 
Pero deben ajustar su producción al consumo de la ciudad. Si producen menos de lo que consume la ciudad, no habrá agua para todos. En nuestro caso hipotético, ocurrirá al contrario. Se seguirá introduciendo agua en la red como si la ciudad estuviera consumiendo la misma agua que un día normal, lo que aumentará mucho la presión, y empezarán producirse fugas y roturas en las tuberías. Pero esto dependerá de otro factor que nos lleva a otra pregunta ¿Seguirá habiendo electricidad para alimentar a las bombas?
 
Para resolver esta duda hemos recurrido a un experto en distribución de energía eléctrica. Le hemos planteado la hipótesis a Emilio Jiménez Criado, Director de la División Aragón y Soria de Endesa Distribución Eléctrica, y amablemente nos ha respondido a nuestras poco ortodoxas preguntas.
 
Emilio nos cuenta algo muy importante de la generación eléctrica: lo que se consume en el momento tienen que generarse en el momento. No existe el almacenamiento eléctrico para ocasiones punta (almacenar electricidad en grandes baterías no es eficiente), y hay formas de generación, como la nuclear, que no se pueden simplemente apagar de repente. Por lo que hay que predecir muy bien los consumos e ir adaptando la producción.
 
Podemos ver en la siguiente captura de la web de Red Eléctrica Española, la empresa que se encarga del transporte de la energía eléctrica, como hay tres curvas de demanda. La amarilla es la demanda real, la verde es la prevista en función de modelos matemáticos y la roja es la programada. 
 
 
 
 
Ajustar la producción con la demanda real, aunque se sepa más o menos cual va a ser (vemos que la amarilla se parece bastante a la verde) no está totalmente automatizado. Aunque técnicamente es posible, según nos comenta el experto, aún depende de las decisiones de los responsables. Si la demanda prevista es mucho más grande que la demanda real (un gran exceso de producción), lo que ocurriría en nuestro hipotético día 0, y nadie está para ajustar estos valores, el sistema empezaría a fallar y no tardaría en dejar de haber suministro eléctrico.
 
Por lo tanto las potabilizadoras dejarían de generar agua e inyectarla en el abastecimiento. No hay mal que por bien no venga.
 
¿Quiere decir eso que no habría presión en el agua y por lo tanto no llegaría a los grifos? Pues sí y no.
 
Si se trata de un edificio alto, es posible, depende de la ciudad y de las zonas, que necesitemos un grupo de bombeo para que el agua llegue a los últimos pisos con buena presión. En ese caso, si no hay electricidad, el agua puede que no llegue a los pisos más altos. Pero bueno, en ese caso sólo tienes que mudarte, el stock de viviendas vacías es casi ilimitado.
 
Pero al resto de la ciudad si les llegaría el agua aún sin electricidad. Esto se debe a la forma en la que se distribuye el agua en las ciudades y en concreto a los llamados depósitos de regulación.
 
Estos depósitos se colocan en puntos altos de la ciudad y tienen dos funciones. Una es almacenar el exceso de agua que se produce en horas de bajo consumo para cuando haya horas con picos de consumo. Se genera agua constantemente en las potabilizadoras y se almacena cuando el consumo es bajo para usarse cuando hay un pico.
 
O incluso para tener un margen de maniobra en caso de algún fallo en la red o en la potabilizadora. Al contrario que la electricidad, el agua si se puede almacenar eficientemente.
 
Otra de las funciones es, al estar en altura, abastecer a la ciudad por gravedad. Así, si hay un problema eléctrico, no nos quedamos sin agua.
 
 
 
 
Y teniendo en cuenta que sólo hay una persona para consumir, con grandes depósitos llenos preparados para abastecer a toda una ciudad, y que no necesitan electricidad para funcionar, el agua duraría hipotéticamente toda la vida.
 


Agua de sobra, pero… ¿saludable?

 
Este sería el principal problema y la principal incógnita ¿se mantendría el agua en buenas condiciones? ¿Hasta cuándo?
 
Si el agua estuviera en un depósito perfectamente limpio, sin que le diera la luz, en el que no entrara materia orgánica nunca…podría durar mucho tiempo. De hecho las agua subterránea se mantiene con buena calidad de manera indefinida (si no las contaminamos nosotros, en ese caso se mantienen contaminadas). El problema es que estas condiciones no son habituales.
 
Los sistemas de distribución lógicamente no están pensados para estos casos. Al agua se le añade cloro en cantidades suficientes para que en caso de encontrarse con bacterias, las elimine y  permanezca perfectamente saludable hasta que salga por tu grifo. Pero este efecto tiene un límite. El cloro es un compuesto muy volátil (deja un vaso sin tapar durante un par de horas y habrá desaparecido casi todo) y si se encuentra con muchas bacterias, su poder desinfectante puede agotarse, algo que en condiciones normales no pasa.
 
Desde que el agua sale de la potabilizadora hasta que llega a tu grifo, suele pasar en ciudades grandes de 1- 3 días, como mucho 4-5 y el cloro añadido podría mantener la calidad del agua hasta 10, dependiendo de diversos factores.
 
Así que probablemente la calidad de esa agua se iría deteriorando hasta el punto en que lo mejor sería no usarla, al menos para beberla o para asearse, si no se desinfecta primero. Al menos, no tendríamos ninguna seguridad de que la calidad del agua fuera buena.
 
Esperamos que este artículo te haya servido para conocer de manera un poco distinta y entretenida cómo funcionan algunos aspectos del abastecimiento del agua y no tengas que aplicar estos conocimientos en una situación parecida. Pero si pasa, mejor estar preparados.
 

Fuente www.locken.es


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