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19/01/2017

“Nuevas especies” en el tratamiento de las aguas residuales




“Man gave name to all the animals, in the beginning” (Bob Dylan). A finales de los años 70, uno de los músicos más importantes de la historia publicaba Slow train coming donde incluía la canción Man gave name to all the animals. ¿Qué pensaría usted si uno de ellos, un ALBATROS, fuera el responsable de depurar sus aguas residuales? ¿Y si un PELÍCANO le entregara agua destilada para su proceso con una conductividad de hasta 5 μS/cm? ¿Se imagina un NARVAL trabajando en su planta de R.S.U.?
 
Pues esto es lo que la compañía Incro, S.A. lleva tres años haciendo en el sector del tratamiento de vertidos. Sus equipos de evaporación, que depuran múltiples tipos de aguas residuales (taladrinas, baños activos, enjuagues, aguas salinas), poseen nombres de animales en función de su tamaño: CAIMÁN, PINGÜINO, FLAMENCO... Nombres en castellano, de una empresa con capital español de profunda internacionalización. Pertenece a partes iguales al Grupo ACS, reconocido mundialmente como líder en la construcción y el sector servicios y concesiones, y al Grupo Villar Mir, uno de los conglomerados nacionales más importantes con, por ejemplo, la mayor producción de silicio metal del planeta. Incro, S.A. es una compañía de ingeniería con más de 40 años de experiencia que licencia tecnología y produce plantas de tratamiento de aguas residuales. Sus referencias se hallan en los cinco continentes.
 
Desde su fundación en 1975, ha sido prioritaria la apuesta por la innovación y el medio ambiente. De sus técnicos de alta cualificación, continúan surgiendo patentes y mejoras reconocidas. Incro, S.A. fue galardonada en los prestigiosos Premios Cambio Financiero como la Empresa más Innovadora de España en 2013.
 


Especialista en tratamiento de aguas residuales de alta carga

 
En los últimos veinte años, Incro, S.A. se ha especializado en el tratamiento de aguas residuales de alta carga por medio de la evaporación. Con tecnología propia han resuelto problemas de vertidos en sectores tan diversos como los la industria automovilística, vertederos de residuos urbanos, la industria farmacéutica, la industria de química básica y fina, la industria agroalimentaria, piscifactorías, explotaciones ganaderas... En 2009 incorporó a su cartera de productos la tecnología de Compresión Mecánica de Vapor (CMV). Desde 2013 diseña y fabrica sus propios evaporadores, además de realizar el montaje, la puesta en marcha, el mantenimiento y la supervisión de su operación.
Como se puede comprobar en su ilustrativa página web (www.incro-water.com), sus “animales” alcanzan una óptima utilización de los recursos de agua y energía. Sus equipos destilan el vertido, recuperando agua de alta calidad (hasta 5 μS/cm de conductividad). Todos los contaminantes quedan confinados en un concentrado que representa en torno al 1 – 5% del vertido original (valor medio).
 
No hay en el mercado un evaporador que consiga un menor consumo energético con una mayor calidad de agua destilada produciendo un menor concentrado.
 
Una sencilla simulación explica en la web la elegancia de la tecnología de la CMV que consigue evaporar el efluente gracias a la energía que recupera de la condensación del vapor generado. La única energía necesaria es eléctrica, que se suministra a un compresor que calienta el vapor, a la vez que aumenta la presión de un ligero vacío hasta la atmósfera. De ahí el nombre de Compresión Mecánica de Vapor. Esta tecnología está desbancando a los antiguos equipos físico-químicos por sus ventajas de conseguir vertido cero, alta calidad del agua destilada, ausencia de reactivos químicos, mínimo espacio ocupado y reducción de gastos de personal, así como a los de evaporación por bomba de vacío o múltiple efecto por su muy inferior coste operativo.
 
Detrás de los simpáticos DELFÍN u ORCA, hay un equipo de técnicos cualificados con un alto porcentaje de ingenieros industriales especializados en química que analizan la instalación y el vertido de cada cliente para diseñar la planta más adecuada a sus necesidades. Para ello realizan los pertinentes ensayos de laboratorio o en plantas piloto. El asesoramiento profesional se traduce en una menor inversión y coste operativo para sus clientes.
 
 

La relación del cliente con sus “animales” conlleva una mejor identificación del personal de mantenimiento con el evaporador, que no aporta agua residual al evaporador, sino que lo “alimenta”, que no efectúa mantenimiento preventivo, sino que lo “cuida”, que no repara, sino que “cura”, que no se para por falta de vertido, sino que “descansa”.
 
Incro, S.A. ha suministrado ya una decena de plantas de fabricación propia tanto en España como en Alemania. No parece ser el Tren que llega despacio esta empresa que ha dado nombre a los animales. In the beginning.
 
 
Más información sobre las tecnologías de Incro, S.A. en www.incro-water.com
 
 

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