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Laboratorios, fuentes de riesgos biológicos y químicos


14/01/2016

Laboratorios
Laboratorios, fuentes de riesgos biológicos y químicos
  • “Lugar dotado de los medios necesarios para realizar investigaciones,experimentos y trabajos de carácter científico o técnico”, así define la Real Academia Española el término de laboratorio, un lugar donde la ciencia supera a la ficción y los trabajadores extreman las medidas de seguridad ante los riesgos
 
Cuando hablamos de laboratorios pensamos en el profesional con bata blanca, guantes de látex y gafas protectoras, un centenar de probetas y tubos de ensayo con líquidos multicolor, nada más lejos de la realidad. Existen múltiples tipos de laboratorios, desde aquellos donde se trata la metrología, el estudio de las unidades y de las medidas de las magnitudes; existen laboratorios biológicos, donde se analiza y experimenta con material biológico, desde nivel celular hasta el nivel de órganos y sistemas; laboratorios químicos, que analizan sustancias químicas con la finalidad de  analizar las teorías y a realizar nuevos descubrimientos; o laboratorios de agua, donde se analiza la calidad del agua de consumo y las aguas residuales, con el fin de otorgarles un nuevo destino.
 
En los laboratorios nacen, entre otras cosas, las vacunas, los medicamentos, los perfumes o los tintes textiles. Un lugar donde los investigadores trabajan a través del método “ensayo y error” para lograr la cura contra el Sida o del cáncer. Sólo en España existen más de 170 laboratorios farmaceuticos, que se suman a los cientos de laboratorios que tratan otras disciplinas científicas.
 


Fuego e infecciones víricas, un riesgo presente en los laboratorios

 
Los laboratorios son lugares que debido a los experimentos, análisis y prácticas que se realizan en ellos deben extremarse la higiene de los profesionales, para evitar contaminar las muestras, así como su protección. En los laboratorios químicos las causas más comunes de accidente derivan de la manipulación de líquidos inflamables como éter o a partir de reacciones químicas, que pueden originar incendios. Mientras que en los laboratorios biológicos el mayor riesgo es contaminarse con muestras de microorganismos o virus, que pueden desencadenar enfermedades en el trabajador.
 
Según el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, las precauciones recomendadas para el tratamiento del Herpesvirus simiae (virus B) alcanza el nivel de contención 4. El virus B está latente en los monos y  se activa de forma espontánea, con una rápida capacidad de transmisión a través de la saliva o mordeduras del animal. Pero no podemos descartar que la mayoría de accidentes durante la manipulación de los cultivos celulares a partir de tejidos de animales infectados. Recordamos películas como “Estallido”, donde Dustin Hoffman y Rene Russo se enfrentan a una epidemia a partir de un virus similar. Por tanto, la manipulación de estas muestras, así como de los animales infectados, requiere un alto grado de seguridad biológica, no sólo a nivel de ropa de trabajo con protecciones personales, sino de las instalaciones y los procedimientos que se aplican de desinfección de áreas y lavado.
 


Lava ojos y duchas, medidas de primeros auxilios

 
Las duchas y los lavaojos, que en muchas ocasiones son estructuras combinadas, llevan más de 60 años presente en los laboratorios o en áreas colindantes, un elemento que no sustituye  a la protección individual que debe llevar el profesional, como la bata, guantes de látex, gafas protectoras, mascarillas o monos desechables completos, sino que ejercen una función en emergencia de primeros auxilios.
 
En laboratorios químicos, de aguas residuales o que se manejan productos nocivos, existe el riesgo de sufrir salpicaduras o proyección de pequeñas partículas que pueden irritar los ojos. En caso de sufrir este tipo de accidente, los lavaojos irrigan con grandes cantidades de agua los dos ojos, con el fin de descontaminar de forma rápida y eficaz las salpicaduras.
 
Del mismo modo, como hemos explicado anteriormente, en un laboratorio puede producirse un incendio y alcanzar al trabajador. Las duchas de emergencia es una forma rápida y de primera emergencia para sofocar las llamas o las altas temperaturas.
 
Asimismo, estos sistemas solo son una forma eficaz de actuar en el entorno del laboratorio, que indudablemente puede salvar a un profesional de una ceguera o de quemados más profundos, pero tras su uso el trabajador debe dirigirse de inmediato a un centro médico y ser tratado por un especialista.
 

Fuente naisa.es


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